LA LEYENDA.LA PIEDRA DEL CONOCIMIENTO

Posiblemente, Toledo sea la ciudad con más leyendas por metro cuadrado de todo el mundo.
El juego de la Oca de Toledo también tiene su propia leyenda que, encriptada en simbología, ayudará a quien realice este particular viaje a encontrar respuestas.

Según cuenta la leyenda, hace muchos años, antes de que los romanos llegasen a Toledo, habitaba en el Cerro del Bú una tribu de costumbres primitivas y crueles, que adoraban a un Dios demonio que exigía sacrificar vírgenes para aplacar su ira. Sus fieles seguidores se establecieron en el cerro y construyeron un poblado, centro de referencia para otras aldeas y poblados menores del entorno.

El poblado no se limitaba a la zona superior sino que se extendía también por las laderas hasta alcanzar una extensión total de una hectárea. Estaba fortificado con muros que en ocasiones superaban el metro de espesor y que eran aprovechados como paredes para las propias cabañas.

Al pie del cerro, por la ladera sur, existía un foso que además de una eventual función defensiva era también utilizado como zona de paso hacia el río.

En lo más alto del cerro existían un gran círculo de enormes megalitos, unas piedras erguidas formadas por grandes bloques de rocas distribuidas en cuatro circunferencias concéntricas. El exterior estaba formado por grandes piedras rectangulares coronadas por dinteles. Dentro de esta hilera exterior se encontraba otro círculo de bloques más pequeños que encerraba una estructura con forma de herradura y en cuyo interior había una piedra en el suelo, que parecía un altar, y que cada 666 días se elevaba mágicamente para abrir las puertas al infierno. Ese era el día elegido para sacrificar a 11 vírgenes.

Para proteger este acceso el demonio mandó construir 7 torres de vigilancia por todo el mundo para poder controlar y dominar al ser humano. Estas grandes torres redondas de piedra se construyeron para establecer su frontera y observar el horizonte con el objetivo de controlar a otras regiones.

En una de las cabañas, en forma ovalada y alargada de adobe junto a la muralla, vivía Kalen, un joven carpetano que unos meses atrás había visto morir a su joven amada en uno de los macabros sacrificios que se realizaban cada 666 días. Esta gran pérdida le impedía conciliar el sueño, pasaba mayor parte de las noches observando el firmamento, y deseaba que una de esas estrellas fuera la luz de su amada.

Pero una de esas noches todo cambió. El cielo se iluminó con una esfera de fuego que dejó tras de sí un enorme surco luminoso de color verde que terminó cayendo al río Tajo. Kalen no lo dudó, salió corriendo hacia el río pensando que su amada había venido a buscarle. Pero allí lo que encontró fue una piedra verde que iluminaba toda la corriente de agua que rodeaba al peñón que hoy conforma el casco histórico de Toledo.

El joven tocó la piedra con sus manos y de repente sintió una experiencia única, en donde el concepto de tiempo desapareció, percibiendo una realidad que es imposible de comunicar a través del lenguaje humano.

Kalen, ante el temor de que le vieran sus vecinos, cogió la piedra y se fue corriendo hacia su cabaña dejándola escondida al lado de su cama. Por primera vez en muchos días pudo disfrutar un sueño profundo pero desconcertante. En el sueño recibió una información que comunicaba:

“El demonio domina estas tierras, te envío esta piedra, fragmento del hogar de Dios, para que disponga de conocimiento a aquellas personas que posean un espíritu noble y sano. Pero debes de protegerla para que no caiga en malas manos, porque el día que eso ocurra el fin de los tiempos llegará”.

Nada más despertar el joven Kalen decidió abandonar el poblado con el objetivo de esconder la piedra y protegerla. Se dirigió al peñón que se encuentra en frente del cerro, lo que actualmente conforma el casco histórico de Toledo. Allí buscó un lugar libre de las miradas de los moradores del poblado y se construyó una cabaña. Cada noche en sus sueños recibió nueva información sobre diferentes materias como medicina, astronomía, matemáticas, pintura y alquimia.

Durante esos meses de aprendizaje llegó al poblado del Cerro del Bú la noticia de sus avanzados conocimientos y sus habitantes empezaron a acudir a él en busca de consejos. Poco a poco los moradores del Cerro del Bú fueron abandonando sus cabañas e instalándose alrededor de la vivienda de Kalen. Allí se sentían protegidos, incluso algunos, los de espíritu sano y noble, experimentaron experiencias místicas donde se aportaba conocimiento. De esta forma se estableció en el peñón el primer poblado carpetano.

Pero llegó el día 666, una noche especialmente oscura, y se abrieron de nuevo las puertas del infierno. El demonio, colérico, ordenó a los hombres que continuaban en el Cerro del Bú:

“Matad a todos los habitantes que viven en la otra orilla del río, todos sufrirán mi ira. Yo os acompañaré y recuperaré la piedra que esconde. Esta puerta nunca más volverá a cerrarse”.

La batalla comenzó. Los seguidores del demonio disponían una fuerza sobrehumana proporcionada por la presencia del maligno en sus filas. Pero el poblado resistió sus embestidas gracias a los conocimientos recibidos.

En un momento de la batalla el demonio encontró la cabaña de Kalen donde escondía la piedra y por primera vez el joven y el maligno se encontraron cara a cara. Fue en ese momento cuando recibió la última información y cogió la piedra y se enfrentó al demonio.

Los acontecimientos que allí ocurrieron no pueden explicarse con letras ni con palabras. Pero…

…se dice que Kalen formó parte de la piedra, Kalen y piedra se fusionaron en un solo ente. Una luz blanca y cegadora iluminó el cielo y por unos instantes se hizo de día. En ese momento todos los de espíritu sano y noble recibieron nuevos conocimientos. El demonio atemorizado escapó y volvió a sus infiernos.

Pero cuando la luz desapareció Kalen también se había esfumado y nunca más se le volvió a ver. De esa encarnizada lucha solo quedó la piedra del conocimiento.

Una vez terminada la batalla los habitantes del poblado de Kalen se dirigieron al Cerro del Bú. Allí hicieron el ritual que la luz cegadora les había comunicado cerrando con ello las puertas del infierno. Allí recibieron una última información:

“Algún día el maligno volverá a encontrar la forma de abrir esta puerta, protegida la piedra que ayudará a los hombres con alma noble y sana a combatirlo. Pero hasta que llegue ese día la piedra seguirá aportando conocimiento a este poblado”.

Posteriormente se dirigieron al poblado del peñón y guardaron la piedra del conocimiento en el mismo lugar donde había instalado Kalen su vivienda.

Se dice que en siglo XIII un grupo de enigmáticos caballeros encontró la piedra pero la ocultaron dejando codificada su ubicación en la Oca de Toledo. Solo unos pocos iniciados podrán acceder a ella descifrando los símbolos ocultos que al parecer dejaron los enigmáticos caballeros.

Este libro te ayudará a descifrar los mensajes y para ello nos adentraremos en conocer las casillas de la Oca de Toledo.

“El destino tirará los dados pero tú serás quien decidas lo que quieres hacer con él”.

LA OBRA DE ARTE

Del Manuscrito al Lienzo Digital

Lo que Luis Dévora ha documentado en sus libros, Nukleo5 lo ha transformado en una experiencia visual. Bajo la dirección de Kastro, el equipo artístico ha tomado estos paralelismos históricos para crear un tablero donde cada textura de Renedo, cada atmósfera de Valeriano Cortázar y cada detalle de Jesús Alcolea responde a una verdad histórica y esotérica.

KALEN

NIGROMANTE

TEMPLARIO

ALQUIMISTA

DUENDE

FANTASMA

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